Entrevista a Helena Tauler Ametller: Doctora en Biodiversidad y experta en alimoches

Hoy os traigo la primera entrevista de esta nueva sección en el blog, Ornitología en Femenino. Sin nunca dejar de tener presente el gran trabajo que hacen muchos y excelentes ornitólogos, con el proyecto Ornitología en Femenino tengo un doble objetivo: por un lado, dar a conocer el trabajo que realizan las –aún pocas– mujeres que se dedican a la ornitología, para así ponerlo más en valor; por otro lado, y como resultado de lo anterior, proporcionar más referentes femeninos en el campo de la ornitología para las niñas y chicas jóvenes que se sienten atraídas por el fascinante mundo de las aves, para así inspirarlas y hacerles ver que también pueden dedicarse a ello, potenciando así su vocación por la ornitología.

La primera entrevista la protagoniza Helena Tauler Ametller, Doctora en Biodiversidad y gran experta y conocedora de los alimoches. Nacida en Barcelona el 1990, estudió el grado de Ciencias Ambientales y el Máster en Biodiversidad en la Universitat de Barcelona, donde también ha realizado su Doctorado en Biodiversidad. Su tesis doctoral, dirigida por Joan Real y Joan Lluís Pretus, se titula “Viabilidad demográfica y efecto de los cambios ambientales antropogénicos en la distribución, dieta y condición física de una población de alimoche Neophron percnopterus en expansión”.

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– ¿Cómo empezó el camino que te ha llevado hasta aquí? ¿Recuerdas algún momento en que empezaran a gustarte las aves, o lo has ido descubriendo mientras estudiabas? ¿Qué te llevó a estudiar Ciencias Ambientales?
La verdad es que este camino más centrado en las aves empezó cuando hice el Trabajo de Fin de Máster o cuando estaba terminando el Grado. Escogí estudiar Ciencias Ambientales porque la naturaleza y la conservación siempre habían sido temas que me interesaban mucho, sobre todo a raíz de un profesor de Ciencias de la Tierra que tuve en Bachillerato y que me gustó mucho, a partir del cual me surgieron estas inquietudes. Vi que me gustaba mucho entender todo lo que pasa en el mundo a nivel natural y geológico, y fue entonces que decidí estudiar Ciencias Ambientales. Fue más adelante, al hacer el máster, cuando realmente me adentré en el mundo de la ornitología.

– Estás a punto de presentar tu tesis doctoral (Edición: a día de hoy, Helena ya es Doctora: defendió su tesis el pasado junio). Hace 10 años, ¿te imaginabas como Doctora en el ámbito de la ornitología y la conservación? Tenías claro que querías dedicarte a la investigación, ¿o surgió la oportunidad del doctorado y lo decidiste entonces?
No, la verdad es que no me lo imaginaba para nada ni me lo había planteado. Aunque muchas veces sí que había pensado que quería dedicarme a la investigación, ¡cuando empecé el Grado no sabía ni qué era un doctorado! Tenía bastante claro que quería dedicarme a investigar, pero no había pensado nunca que lo haría en el campo de la ornitología y la conservación. Cuando hice el máster y el Trabajo de Fin de Máster fue cuando empecé a trabajar con el tema del alimoche. A partir de aquí, cuando empecé con el trabajo de campo y a adentrarme en el tema, fue cuando decidí que quería probar de pedir una beca para hacer el doctorado. Me concedieron la beca, y fue entonces cuando me acabé de decidir.

¿Podrías explicarnos en pocas palabras los principales conocimientos y descubrimientos extraídos después de estos años investigando la población de alimoche en Catalunya?
La población de alimoche en Catalunya había estado poco estudiada hasta el momento. Se había hecho algún censo de su población y se estaba viendo que la población estaba aumentando. A lo largo de estos años de investigación nos hemos centrado en hacer un censo de la población más preciso. Así, hemos aumentado el conocimiento sobre la población a nivel de censo y de la nueva área de expansión de la especie: la Catalunya central y oriental. También hemos seguido la reproducción de las nuevas parejas, y hemos analizado el papel de los vertederos en esta expansión y aumento de la población.

El alimoche es un ave que está amenazada en gran parte de su distribución mundial. En la Península Ibérica también se encuentra en declive excepto en Catalunya, donde su población está creciendo. ¿Cuáles son los factores que explican este incremento poblacional de alimoche en Catalunya?
El estudio de la población de alimoche en Catalunya y la realización de una serie de modelos nos ha permitido ver que uno de los factores que explican este aumento poblacional es una elevada supervivencia de los individuos adultos de la población. Una de las principales hipótesis es que esto es así porque en Catalunya se dan menos envenenamientos que en otras zonas de la Península Ibérica, donde el alimoche muere envenenado porque los cazadores, principalmente, ponen veneno para eliminar depredadores que compiten sobre las mismas presas que ellos quieren cazar. El otro factor que explicaría este aumento poblacional es la inmigración, es decir, la entrada de individuos de otras áreas. Dado que el alimoche es una especie filopátrica (se reproduce cerca del lugar donde ha nacido), seguramente estos individuos que están entrando son de zonas cercanas, y posiblemente sean de la zona de Lleida, que es la zona donde la población de alimoche no había desaparecido del todo y que los últimos años se ha densificado. En definitiva, las dos principales hipótesis que explican el aumento de la población de alimoche en Catalunya son la elevada supervivencia adulta y la inmigración de individuos de otras zonas.

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Alimoche común (Fuente: SEO/BirdLife)

¿Qué aspectos de la población seguida habéis estudiado para llegar a estas conclusiones?
Hemos hecho un análisis de viabilidad de la población y unos modelos demográficos que nos han permitido ver que son estos factores (la supervivencia adulta y la inmigración) los que explican el aumento de la población. Además, a partir de los años 90 hasta ahora se han ido construyendo grandes vertederos comarcales donde se acumulan muchos individuos (por ejemplo, se han llegado a observar hasta 50 individuos en el vertedero de Osona), de modo que también hemos querido ver si los vertederos también han tenido algun efecto sobre la población de alimoche, no tanto quizás en el aumento poblacional sino en su expansión hacia la Catalunya central y oriental, en las zonas que han ocupado las nuevas parejas. Para estudiar este aspecto, hemos analizado la distribución de la especie (para ver qué territorios están ocupando y si son cercanos a vertederos, y hemos visto que así es), su dieta (en la que hemos visto que los vertederos suponen una contribución importante), la condición de los individuos (para saber si están bien de salud a pesar de alimentarse en vertederos) y la presencia de contaminantes.

¿Cuáles son los principales métodos que habéis utilizado para hacer el seguimiento?
Básicamente, lo que hemos estado haciendo es un censo anual de seguimiento de territorios (es decir, observación a distancia utilizando telescopio) y, en julio, cuando los pollos tienen la edad para ser anillados, hemos bajado a los nidos con la ayuda de los agentes rurales y escaladores profesionales, para poder anillar los pollos. A estos pollos también les hemos extraído muestras de plumas y de sangre, y hemos obtenido restos de dieta. Estas muestras son las que nos han permitido hacer todos los análisis posteriores.

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– A lo largo de estos años de doctorado, ¿cuáles han sido los aprendizajes más importantes a nivel profesional/académico? ¿Y a nivel personal?
A nivel profesional y académico he aprendido mucho. Ahora veo cosas que hacía al principio que hago ahora y no hay ni punto de comparación, cosas que al principio me costaban mucho, por ejemplo a nivel de cómo llevar una línea de investigación, cómo redactar un artículo, cómo hacer las revisiones de las revistas (¡que son bastante complicadas!), etc. Ahora veo que cada vez me he introducido más en el mundo de la ciencia y las revistas científicas, y creo que tengo mucha más facilidad. Pero esto no quiere decir que aún me quede mucho por aprender.

A nivel personal, creo que los aprendizajes han sido equiparables, porque hacer una tesis es bastante duro. Uno de los aprendizajes ha sido el hecho de tener paciencia y no querer saberlo todo al principio, sino pensar que es un camino y que al final tienes muchos aprendizajes. Sí que es verdad que al principio me costó, porque era complicado el nivel de exigencia, que era muy alto, y a veces no sabías si tu “pintabas algo” allí o no. En definitiva, el aprendizaje ha sido ver que el doctorado es un proceso, que al principio no se puede saber todo, y que al final acabas con muchos conocimientos.

– ¿Cuáles han sido los momentos más gratificantes y que más has disfrutado? ¿Por qué?
Para mí, los momentos más gratificantes han sido sobre todo el trabajo de campo, que es cuando disfrutas más de todo, estás como en un mundo aparte. Estás en contacto con la naturaleza y, a pesar de hacer unas jornadas muy intensas y muy duras, después cuando se terminan siempre se echan de menos. También es gratificante, ahora que estoy al final, ver todo lo que he hecho, ver la tesis ya impresa y encuadernada y pensar que –con la ayuda de mucha gente– esto lo has hecho tú.

– ¿Y los mayores retos o dificultades que has encontrado por el camino?
Lo que me ha costado más es saber cómo enfrontarme a la exigencia que requiere hacer un doctorado, y a pensar que quizás no puedes. Pero al final sí que puedes, sí que llegas al final, y se acaba. El mayor reto es este, cumplir con las exigencias que requiere hacer una tesis.

A lo largo de tu trayectoria, ¿has percibido una mayor presencia de hombres en el mundo de la ornitología?
Sí. Además, yo me dedico al mundo de los buitres o el mundo de las rapaces en general, y este es un ámbito especialmente masculino. Ya no solo en el ámbito del trabajo de campo y el equipo con el que trabajo (donde la mayoría son hombres), sino también cuando he ido a alguna charla o congreso: la mayoría de ponentes suelen ser hombres, la mayoría de asistentes también son hombres, y la mayoría de intervenciones también las hacen hombres… Es todavía un mundo muy masculinizado.

¿Cuáles crees que podrían ser los motivos que lo explican?
Yo creo que hay muchos. Creo que vivimos en un –por qué no decirlo– sistema patriarcal, de modo que los hombres ya son educados desde pequeños en este contexto. El hecho que haya más hombres que se dedican a temas como la ornitología o el trabajo de campo yo creo que viene condicionado por cómo han sido educados de pequeños: seguramente, a los niños se les enseña a ser más aventureros, a experimentar más, que se vayan más “por ahí” a explorar, que si van sucios no pasa nada, por decirlo de algún modo. En cambio, las mujeres tenemos que ser más tranquilas, se nos educa más para servir a los otros o hacer las tareas de la casa. Y esto, aunque mucha gente piense que ya no es así, yo creo que sí que lo es. Por tanto, las mujeres tenemos quizás un menor contacto ya de entrada con la naturaleza y la fauna, porque de pequeñas no se nos potencia tanto experimentar con todo esto. Por otro lado, en el mundo de la ciencia, también hay otro factor, el conocido como “techo de cristal”: a medida que pasan los años y aumentan los cargos de responsabilidad, las mujeres cada vez participan menos, porque se dedican a tareas más reproductivas y de cuidar los hijos, la familia, mantener la casa, etc. Otro factor también es la seguridad que se les otorga a los hombres, que hace que tengan más facilidad para hablar en público y liderar. Por tanto, son muchos y diversos los factores que pueden influir a que haya una mayor presencia de hombres en el mundo de la ornitología.

De hecho, hace un tiempo hice el SOCC para el ICO, y fui sola. Y mi madre, con toda la buena intención, me dijo “vigila, ¿seguro que tienes que ir sola?”. En cambio, si un hombre va solo a pajarear, nadie le suele decir nada. A las mujeres siempre se nos dice “¿seguro que puedes ir sola, tan temprano por la mañana que no habrá nadie?”, y estos comentarios y miedos nos condicionan y frenan un poco.
Exacto. Y esto va calando. Yo lo he dicho muchas veces: yo voy sola con el 4×4 por el campo y también veo que la gente me mira de cierto modo, o me dice “¿dónde vas sola?”, y en cambio, seguro que si fuera un chico nadie me preguntaría qué estoy haciendo sola.

El hecho de ser mujer, ¿te ha beneficiado o perjudicado en algún momento de tu carrera como investigadora en el campo de la ornitología y la conservación, o ha sido indiferente?
Yo creo que el hecho de ser mujer, en general, nos perjudica a todas. No solo a mí, sino en general, porque creo que nosotras tenemos que demostrar más que los hombres para hacernos valer. Con esto no digo que esté de acuerdo. Pero yo creo que sí, que tenemos que demostrar más, porque de entrada yo creo que se nos cuestiona más. A parte, también tenemos que soportar una serie de actitudes que los hombres no se encuentran, como por ejemplo que se nos valore más por nuestro físico que por nuestras capacidades. O, por ejemplo, muchas veces los hombres dicen “este tío es un crack, que bueno que es”, y en cambio de las mujeres se suele decir más “es muy aplicada, se esfuerza mucho”, pero nunca se dice de nosotras que tenemos una mente brillante, como sí que se dice de ellos. Yo creo que, en general, el hecho de ser mujeres nos perjudica, y también por lo que he dicho antes del “techo de cristal” y todo esto.

¿Crees que poco a poco esta situación (pocas mujeres en el mundo de la ornitología) irá cambiando? ¿Se te ocurre alguna manera para potenciar este cambio?
Yo espero que sí, que vaya cambiando. Y creo que, respecto hace unos años, seguramente ahora hay más mujeres en el campo de la ornitología. Para potenciar este cambio, hay que empezar por la concienciación. Que los hombres sean conscientes del poder que tienen. También es importante la educación y que las mujeres nos creamos que sí que valemos para esto, y que somos igual de buenas que ellos. Esto también va un poco relacionado con todo lo que he explicado antes a nivel personal: que, al principio, yo tenía bastantes dudas de si podía satisfacer la exigencia de un doctorado o no. Seguramente hay muchos hombres que ya de entrada no tienen todas estas dudas, sino que ya van con más seguridad. Una manera de cambiarlo es que las mujeres nos empoderemos en este sentido y que seamos conscientes de que sí que podemos, y que somos igual de buenas. Además, yo también creo en las medidas tipo cuotas: si se hace un ciclo de charlas, un congreso o lo que sea, obligar que como mínimo la mitad de ponentes sean mujeres, por ejemplo. Este tipo de medidas también se podrían aplicar a la universidad.

Ahora ya encaras la recta final de tu doctorado. ¿Cómo te sientes a poco más de un mes de presentar la tesis y cerrar esta etapa?
¡Me siento muy descansada después de haber “parido la criatura”! (Risas). Ahora ya está, hay que preparar la defensa y entonces descansar un poco, porque estos años han sido de mucho esfuerzo y a un ritmo muy frenético. Tengo ganas de descansar y acabar esta etapa.

¿Qué les dirías a aquellxs estudiantes de doctorado en biología y campos relacionados que justo acaban de empezar?
Yo les diría un poco lo que he dicho antes, que tengan paciencia. No sé si a todo el mundo le pasa por la cabeza lo mismo que a mí, pero yo creo que quizás a alguien sí, que tenga dudas sobre si está en el lugar adecuado, si es lo suficientemente buena o bueno como para estar haciendo un doctorado… Yo les diría que tengan paciencia, que al final con esfuerzo se puede terminar. Que no tengan dudas sobre si son suficientemente buenas o buenos y sobre el nivel de exigencia, que se relajen y que lo intenten disfrutar, sin toda esta presión auto-impuesta. Es difícil, pero yo creo que, si alguien me lo hubiera dicho al principio, me hubiera tranquilizado.

¿Qué camino tienes previsto seguir una vez hayas finalizado el doctorado?
De momento todavía no lo tengo claro. Creo que necesito hacer una pausa, para saber hacia dónde quiero enfocarme. Pero de momento, ¡todavía es todo un poco incierto!

Como he dicho, actualmente Helena ya es doctora en Biodiversidad, ya que defendió su tesis el pasado junio. ¡Lo hizo muy muy bien! Aquí os dejo una foto justo antes de empezar su defensa.

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Podéis consultar sus publicaciones aquí. Si queréis conocer más de cerca su trabajo, especialmente la parte del trabajo de campo que tanto disfrutó, os recomiendo mucho ver este fragmento del capítulo que el programa de televisión “Río Salvaje” de Kike Calleja dedicó a este proyecto de investigación. Aunque Helena sale trabajando a lo largo del vídeo, podéis escucharla cuando habla a partir del minuto 06:45:

https://www.bemad.es/riosalvaje/Exploracion-Kike-Calleja-participa-anillamiento_2_2511630201.html

¡Y hasta aquí la entrada de hoy! Espero que os haya gustado la iniciativa de esta nueva sección, Ornitología en Femenino, así como esta primera entrevista. Poco a poco iré compartiendo más entrevistas con vosotrxs, para dar a conocer aún más el excelente trabajo que están realizando las mujeres que se dedican a la ornitología, ¡y así inspirar a las más jóvenes a ser una de ellas! 🙂

 


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